El otro día me preguntaron si todavía conservaba las mismas amistades que tenía antes de ser mamá y pues la respuesta fue que no. La verdad es que después de que me convertí en madre desaparecieron la mitad de mis amigos o conocidos. Pocos fueron los que se quedaron a acompañarme en esta dulce pero caótica maternidad. Se puede decir que con la maternidad me di cuenta que no tenia tantos amigos como me imaginaba. No los juzgo por eso, porque quizás nunca fueron mis verdaderos amigos.
Sé que cuando nos convertimos en madres cambian nuestras prioridades, cerramos un libro y abrimos otro pero un amigo de verdad no desaparece sino al contrario te acompaña en todas las etapas que emprendas. Un amigo te comprende, te entiende, te apoya y con esto no quiero decir que estén todo el día en mi casa o que me visiten una vez a la semana o al mes, porque para eso existen las redes sociales, quizás un mensaje o un chat hace que no nos sintamos abandonadas o solas.
Muchas veces nuestras amistades solo nos visitan cuando nacen nuestros hijos pero luego se alejan, quizás para no incomodarnos en esta nueva etapa, lo cual es comprensible pero después siempre es bueno darse un tiempo para conversar y deben entender que a veces es inevitable no hablar de pañales, leche, o cosas que hacen nuestros hijos, porque ya no somos las mismas ahora somos madres pero siempre las podremos escuchar.
A veces pienso que la maternidad no aleja a las amigos, sino más bien los selecciona, se podría decir que cuando uno se convierte en madre recién se da cuenta en sí, quienes son tus verdaderos amigos. Al principio duele su alejamiento pero después nos acostumbramos y también conocemos más personas en el mundo de la maternidad que compensa en alguna forma nuestro círculo de amistades.
Yo siempre invitaba a mis amigas a los cumplemes y después cumpleaños de mi hija pero no todos se aparecían, solo que dos o tres, entonces actualmente he llegado al punto de no invitar más a los que nunca vienen.
Lo que si agradezco mucho es a mis amigas y amigos que se quedaron a acompañarme en esta caótica maternidad, esos amigos con los que pocas veces me encuentro pero que siempre conversamos y que se siente como en familia.
Y a ti como te fue con tus amigos? Conservas a todos después de la maternidad?
Sé que cuando nos convertimos en madres cambian nuestras prioridades, cerramos un libro y abrimos otro pero un amigo de verdad no desaparece sino al contrario te acompaña en todas las etapas que emprendas. Un amigo te comprende, te entiende, te apoya y con esto no quiero decir que estén todo el día en mi casa o que me visiten una vez a la semana o al mes, porque para eso existen las redes sociales, quizás un mensaje o un chat hace que no nos sintamos abandonadas o solas.
Muchas veces nuestras amistades solo nos visitan cuando nacen nuestros hijos pero luego se alejan, quizás para no incomodarnos en esta nueva etapa, lo cual es comprensible pero después siempre es bueno darse un tiempo para conversar y deben entender que a veces es inevitable no hablar de pañales, leche, o cosas que hacen nuestros hijos, porque ya no somos las mismas ahora somos madres pero siempre las podremos escuchar.
A veces pienso que la maternidad no aleja a las amigos, sino más bien los selecciona, se podría decir que cuando uno se convierte en madre recién se da cuenta en sí, quienes son tus verdaderos amigos. Al principio duele su alejamiento pero después nos acostumbramos y también conocemos más personas en el mundo de la maternidad que compensa en alguna forma nuestro círculo de amistades.
Yo siempre invitaba a mis amigas a los cumplemes y después cumpleaños de mi hija pero no todos se aparecían, solo que dos o tres, entonces actualmente he llegado al punto de no invitar más a los que nunca vienen.
Lo que si agradezco mucho es a mis amigas y amigos que se quedaron a acompañarme en esta caótica maternidad, esos amigos con los que pocas veces me encuentro pero que siempre conversamos y que se siente como en familia.
Y a ti como te fue con tus amigos? Conservas a todos después de la maternidad?